domingo, 14 de mayo de 2017

El nuevo Loxe Mareiro. Taberna en versión marinera, por Abastos 2.0



El pasado Martes abrió sus puertas al público en nuevo local de Iago Pazos y Marcos Cerqueiro, Loxe Mareiro, tras una profunda reforma de este, y tras dotarlo de la mas moderna tecnología para la cocina.


Tres espacios ofrece el establecimiento bien definidos. El primero de ellos, y en el exterior sobre el paseo marítimo, encontramos La Terraza. Protegida del Sol por dos amplios toldos bajo los cuales se disponen paralelos varios bancos de madera de pino que sirven tanto de asiento, como de apoyo para las bebidas. Provisionalmente, el grifo dispensador de la fresquita cerveza, y lo del salvavidas por si acaso, pues no deja de ser un detalle útil para cuando la marea esté alta.


Dentro, el local aparece mucho mas luminoso tras la reforma. El pintado de blanco de las paredes de piedra, pero dejando al descubierto la superficie de la misma, es todo un acierto. Cinco sencillos tableros de madera de pino sobre caballetes se distribuyen por el espacio, las sillas son banquetas de cocina, por lo que el asiento no es muy cómodo, y desde luego no invita a largas sobremesas por como le quedan a uno las posaderas tras una hora de asiento. No olvidemos que el concepto de Loxe es el de Taberna, en este caso marinera, como lo es el Abastos 2.0 en el entorno del mercado de Santiago. En estos espacios, la comodidad no es la prioridad.


La mesa se presenta totalmente desnuda, y sobre esta se disponen los platos metálicos recubiertos de porcelana, cubiertos, los trapos de cocina hacen de amplia servilleta, vasos, cubiertos y una tapa de lata que cumple como de plato de pan. una taza de vino sirve de apoyo para cubiertos.


Un pequeño mostrador y las alacenas también de madera de pino, completan el mobiliario de la sala. Por la puerta a la izquierda de la imagen superior se accede a la zona de los servicios, y a la cocina. Este es el tercer espacio.


Dos áreas conforman este espacio de cocina, la de preparación y elaboración para los diferentes platos, y la mesa de la cocina, con capacidad para un máximo de 10 personas, y en la que se servirán comidas para grupos con un mínimo de 8 personas en base a menús degustación previamente acordados.
Aquí los cocineros ceden parte de su espacio que les permitiría trabajar mas cómodos, para poder contemplar como se elabora lo que después van a degustar, y a conversar con ellos, lo que supone un aliciente muy interesante para los presentes.


La cocina tiene una completa dotación con lo último en tecnología disponible, y todo luce nuevo y reluciente. La carta del comedor es pequeña, de momento unos pocos entrantes y tres pescados en carta: mero, merluza y raya, cocina de temporada con producto de calidad que proviene del entorno, y en el que reina lo procedente del mar. Es lo que voy a degustar, junto con mi pareja.


Una ostra dispuesta sobre algas para abrir boca. Fresca y sabrosa. Un bocado de sabor a mar.


Segundo entrante: "Aguacate y tomate con Nachos". Calor y frescor. Calor por el ligero picor del aguacate, frescor por la punta de acidez del aliño del tomate, y de uno a otro alternando. Buena y simple combinación.


Tercer entrante: "Salpicón de rape marinado". Excelente el plato, en el que las rodajas de rape cocido a baja temperatura, y aliñado rematando el plato con unos deliciosos guisantes baga, fue lo mejor de esta comida. Una matrícula de honor para el plato.


Cuarto entrante para compartir: "Fritura de xoubiñas, pementos de Padrón y cebolla en tempura", todo ello fue junto a la freidora, y en un bloque salió de esta para el plato, para comerla se corta este en trozos con un cuchillo y para adentro. Las xoubiñas van integras, con su espina y cabeza. El resultado de esta fritura es excelente, pues los componentes ceden partes de su sabor a los otros mezclandolos,  por lo que el bocado adquiera característica propia. A mi me pareció perfecto, si bien a mi pareja no le gustó el tener que ingerir la xouba con cabeza y toda la espina.


Mi plato de pescado: "Caldeirada de Raya con verduras". Una buena tajada de Raya, pescado de carne y textura única, acompañado de tiernas y sabrosas  verduras cocidas y acompañado de una salsa quizás un poco picante en exceso para mi gusto, puesto que tapa el sabor del pescado.


El pescado de mi pareja: "Merluza a la romana y verduras con ali-oli y guisantes bagoa". De nuevo una buena tajada de pescado, rebozado en tempera. Las vainas están cocidas íntegras, el pescado en su punto de fritura para mantenerlo jugoso y la lasca brillante.


El postre que compartimos: "Arroz con leche con azúcar gratinado". Ningún arroz suele superar al que hacen nuestras mujeres, madres o abuelas. Pues este les llega a la altura, y puede que les supere. El arroz se muestra dulce sin resultar empalagoso y cremoso, el arroz alcanzó el punto al dente,  el azucar gateando con soplete perfecto, un postre para disfrutar.

El vino.

La casa dispone de una oferta que únicamente incluye vinos Gallegos de las distintas denominaciones, blancos y tintos.

Iago nos recomienda un tinto de Valdeorras: Ventura Garnacha 2010 de Adegas Pinguela, es un vino cuya uva  procede de viejas cepas de garnacha tintorera plantadas en vaso y que se encuentran situadas en terrenos pizarrosos que requieren una viticultura muy laboriosa y en el que no se emplean herbicidas.
La recogida se hace de forma tardía, ya que precisa cierta sobremaduración. Durante la elaboración tiene un paso por madera, pero sin perder su carácter frutal y de intensa mineralidad. Es un vino de color rojo picota y de gran capa, con aromas a frutos rojos maduros, que en boca se muestra corpulento y carnoso, con taninos bien integrados y largo posgusto. Es un vino que está en torno a los 20 € la botella en las cartas.

Hora y pico ha transcurrido desde que llegamos, cenamos y nos retiramos tras abonar la factura. Ya es de noche, pero la temperatura es excelente, lo que invita a tomar un gin-tonic en el exterior, y extender el tiempo de la velada y comentar lo que dio de si la velada.
Por la cena, abonamos 95 €, vino y bebidas incluido con sus correspondientes impuestos. 45 € por persona no es un precio barato, ni tiene por que serlo a pesar de su denominación de Taberna, dada la calidad de su cocina, de producto, tamaño de las raciones y servicio, que son todos excelentes. 
Les deseamos desde La Buena Pitanza que esta nueva aventura sea un éxito. De hecho, aportan un estilo de cocina y un local, originales y únicos en la comarca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario